Si Papus, Sant Germain, Levi y muchos otros vieran estas cosas......
Se terminó el esfuerzo de un discípulo entrando en la disciplina esotérica y aprendiendo poco a poco y con mucho esfuerzo el arte de lo oculto, de lo esotérico, del control del cuerpo y la mente. Ahora para adivinar el porvenir, ya ni siquiera hace falta estudiar y comprender las cartas del tarot u otros métodos.
Las propias cartas vienen escritas con su significado a la vista, para que la mente y el subconsciente no trabaje, o al menos, realice el menor esfuerzo posible, pues “pensar” cuesta demasiado. Uno plantea la pregunta, voltea la carta y ya tiene la respuesta, directa desde el mas allá.
Todas estas recetas, las considero una simple memez (perdón, si alguien se molesta, pero me gusta ser franco y decir las cosas claras). Porque si uno repasa cualquiera de los textos que adornan estas cartas, sean de diosas, pitonisas, ángeles, arcángeles, virtudes, potestades, ascendidos, descendidos, hadas, e incluso, de unicornios (mira por dónde, éstos también te dan mensajes). Lo evidente, y palpable, es justamente esta psicología barata con unos consejos cuya utilidad debe ser la de “partirse de risa” por lo infantil de cada uno de estos “trascendentales” mensajes.
En el Oráculo de las Diosas, tenemos una mezcla aleatoria de muchas mitologías, además de las señaladas, están las diosas brasileñas o de la santería, diosas esquimales, cristianas, celtas, romanas, nórdicas, africanas, etc. En la imagen una diosa celta y una de china.