Hola Foreros! lo he pensado mucho para compartir mi historia. Pero creo que puede ser de ayuda para alguien más.
Hace algunos años conocí al que considero el hombre de mi vida, nuestra relación era muy jovial, siempre me hacía reír, era amoroso y apasionado, tenía un buen trabajo, lo que se conoce como un buen partido. Tuvimos unos lindos 3 años de novios, nos mudamos juntos, nos comprometimos, de verdad todo iba bien. En mi trabajo, comenzó a trabajar un hombre muy atractivo, muy interesante, y con mis amigas siempre bromeábamos de lo lindo que era y de a quien de nosotras él le echaría el ojo. Yo les tengo que confesar que siempre he tenido algunos problemas con mi autoestima y a pesar de tener a un hombre maravilloso a mi lado muchas veces me sentía el patito feo. Mi sorpresa fue gigante cuando este hombre súper atractivo se fijó en mí, comenzamos a hablar, a enviarnos mensajes, conocernos hasta que un día a la salida de la oficina me invitó un café. Sé que estuvo mal y no tengo justificación, pero se sentía tan bien sentirme atractiva para alguien más que accedí, las salidas se hicieron un poco más frecuentes, pero yo solo lo mantenía como amigos. Hasta que hubo una fiesta de la oficina y tomé de más y a pesar de que ya había quedado en irme con una de mis amigas, al final el ofreció dejarme en casa y me fui con él y bueno no voy a especificar tanto pero terminé pasando la noche con él. Al día siguiente me sentía horrible, moralmente destruida, tanto que le conté a mi prometido, obviamente estaba indignado, asqueado y me dejó. Yo quedé devastada, deprimida, renuncié a mi trabajo, no podía ni verle la cara a ese hombre me moría de la vergüenza. A los meses una de mis amigas del trabajo viendo lo mal que aún estaba me habló de una señora de New York que hacía unos rituales que unían a las parejas, que porque no intentaba algo de eso.